Hay tres tipos de grasas que debemos conocer:
Las saturadas: son las principales causantes del colesterol malo (LDL), se encuentran en los pellejos de pollo y res, la manteca vegetal y de cerdo, las comidas rápidas, la repostería, la mantequilla, queso crema, natilla y el aceite de coco. Las grasas saturadas se deben limitar al 10% de las calorías.
Las poliinsaturadas: Contribuyen a bajar el colesterol y están constituidas por los ácidos grasos omega-3 y omega-6, presentes en los aceites de maíz, girasol, soya, aceite de pescado, la margarina, la mantequilla de maní, las nueces, almendras y pescados de agua fría.
Las monoinsaturadas: son grandes protectoras del corazón, abundantes en el aceite de oliva y canola, principalmente. Mantienen el colesterol bueno elevado.
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